6 de enero de 2012

Cap 8° "Momento incomodo"

Narra Clarissa:
Ya en mi casa me llegó un mensaje de Justin, quedamos en ir después de clases a la radio y luego a hacer el trabajo. No puedo ocultar mi emoción por dos motivos. Voy a estar en una cabina de radio y voy a estar con Justin.

A la salida del colegio miraba a todos lados buscando a 
Justin porque mi última clase no me había tocado con él. De pronto, siento que alguien me tapa los ojos.
—¿Quién soy?—me dice una voz juguetona.
—¿Nicole?
Obviamente, se que es Justin.
—Hey, mi voz no es tan aguda.
Suelto una pequeña sonrisa, él olía tan bien. Me gustaba estar cerca suyo—Solo te quería molestar.
—¿Vamos? Steve nos espera en su carro.

La emisora de radio era grande e impresionante. Tuvimos que ir al segundo piso donde se encontraba una cabina más pequeña que la del primer piso. Habían dos asientos de invitados, así que Justin me dijo que lo acompañe. Yo obvio que acepte. Estaba emocionada, ver como se hace un programa de radio. El locutor no era muy joven, bajo, de cabello negro y con una voz muy juvenil. Típico de locutor de radio.

Ya estábamos al aire. Yo estaba callada y no me movía.
—¡Hola gente! Estamos de vuelta con el programa de hoy, en este bloque tenemos a un chico de 15 años, famoso, alto, ojos verdes. ¡Si! Justin Bieber.—dice el locutor
—¡Hola! Me da mucho gusto poder estar aca ahora con ustedes—él hablaba tan seguro de si mismo, me gusta que sea así.
—El gusto es nuestro Just. ¿Y nos puedes presentar a la linda chica que tienes al lado?
Ay, no. No, no, no. Clarissa, traga saliva, se segura como Justin. Tú puedes. Me digo a mi misma.
—Y como no, ella es Clarissa Maslow. Lleva dos clases conmigo en mi escuela y es una gran amiga.
Me río, me impresiona que me llame una gran amiga—Ni siquiera se si puedo clasificarte como una gran amigo, Bieber.
—Uy, ¿acaso no te cae Bierber?
—Obvio que sí, era solo una broma. Él sabe muy bien que si—lo miré y sonreí, él hizo lo mismo. 
—Bueno, centrémonos a lo que has venido Justin, quiero que nos cuentes acerca de como has venido asimilando ser un cantante conocido, un ídolo adolescente.
—Ha sido un poco dificil en la manera de que hace dos años vivía acá y era casi invisible, han habido mucho cambios en mi vida desde que la discografía me contacto. Me mudé a una casa más grande y en la escuela empezaron a saludarme y sonreír. Claro, después de un tiempo se les paso. Y gracias a mi mamá y a mis amigos no se me ha subido la fama a la cabeza, o eso creo—me mira y asiente como para que lo apoyara—. ¿Clarissa?
—Él siempre quiere ser alguien normal como todos, a veces me pongo a pensar si es Justin Bieber con el que estoy hablando, la verdad él es una persona muy humilde.
Justin se queda mirándome. Sus ojos podrían hablar por si solos.—Que linda Clarissa—dice en voz baja. 
—Aw, puedo sentir el amor que hay en esta cabina. Justin, y has recibido quejas sobre tu nuevo vídeo de la canción Crazy?
—Sí, demasiadas—ríe—Pero no le ganan a las buenas.
—¿Y tú que piensas Clarissa, sobre su vídeo?
—No puedo opinar mucho. Vi su vídeo hace dos años en televisión. Para ser sincera, lo vi y lo primero que pensé fue que el chico era lindo. Luego llegué a Atlanta y me di cuenta que no lo era—sonrío, Justin había puesto mala cara—. No te molestes Just.
—Muchas veces pasa eso, pero ella no lo dice en serio.
—¿Y tienes algún otro video planeado?
—por ahora no, pero cuando lo estare planeando, te avisaré–responde Justin.
—Está bien, gracias por haber estado aquí. La verdad que nos hemos divertido mucho con los dos. Antes irnos porque no escuchamos a Justin rapear? 

Justin se aclalró la garganta. Me miró y empezó a rapear. Lo miraba con una pequeña sonrisa, se veía tan concentrado y serio. Me gustaba.

—Nada mal, ¿tienes que decirles a tus fans antes de irte?
—Si, todas son preciosas y que estoy orgulloso de tenerlas a ustedes, a su apollo en todo lo que hacen, gracias a ustedes estoy donde estoy ahora y las quiero, nunca lo olviden.
—Gracias, Just. Ahora los dejo con una canción del mismo invitado, ¡espero que les guste!

En el carro de Steve yo estaba emocionada. Ser famoso, que te entrevisten. Demasiado divertido. Si fuera famosa, creo que se me subiría la fama en el instante.

—Pero que divertido es ser tú
—Tiene sus ventajas, a veces es pesado ¿sabes?
—¿Pesada tu vida? No lo creo.
—Sí, la verdad que lo más horrible de ser yo es que ni yo, ni los que me rodean tienen privacidad. Apuesto que mañana van a estar hablando de los dos, nosotros, de ti.
—Eso yo no lo veo un problema—sonrío—tengo hambre, ¿no quieres un helado?
Él también se ríe, creo que se está haciendo tradición eso de los helados—Bueno, vamos a la heladeria que esta cerca a tu casa.

Justin bajó encapuchado a la heladería, antes no lo hacía. Le dije que si se sentía más cómodo podíamos ir a mi casa y así avanzábamos más rápido el trabajo. (Y teníamos más tiempo para los dos).

Ya en mi casa, fuimos a la cocina para comer el helado. Habíamos comprado un sabor fuera de lo normal. Yo ya lo había probado en Texas, pero al parecer Justin, no.

—¿Qué pasa si no me gusta?
—Si no te gusta, eres raro.
Justin, lo probó. Hizo un gesto de asco—Ugh, no me gusta.
—Y asi comprobamos de que eres raro. Dame tu helado si no te gusta.
—Toma—él agarro un loco de su helado con el dedo y lo puso en m nariz.
Estaba helado.
Yo hice lo mismo—Justin, no me conoces. Puedo ser muy vengativa si quiero.
—Pues, Clarissa Maslow. Esto es guerra—me mostró todos sus dientes en una brillante sonrisa.

Se paró de su asiento y me quiso cargar, yo me corrí y fui hacía el jardín. Él me siguió.
—¡Todo el mundo quiere cargarme!
Él vino hacía mí y logró lo que querías. Agarró mis piernas y las alzó.
—¡Suéltame!
—No, no. Hasta que digas te quiero Justin, eres el mejor.
—Nunca.
—Okey, hasta la difícil.—él empezó a hacerme cosquillas.
Yo grité—¡Está bien! Tú ganas. Te quiero Justin y eres el mejor.
—Gracias, ya lo sabía.
—Suéltame.
—No sé si sería bueno para ti que te suelte ahora.

Él fue bajando de a poco mis piernas y me cargo como a un bebe. Yo puse mis brazos al rededor de su cuello y apoyé mi pecho contra el suyo. Podía sentir su respiración, sentí que mi cuerpo temblaba. Y lo miré a los ojos.

—Repítelo de nuevo, Clari.

O no, me llamo Clari. Pero, por alguna razón no me molestó. Me encantó. Fue muy tierno de su parte y creo que no me queda mal ese apodo. Clari.

—Justin, eres el mejor—digo lentamente. Pero regreso a la realidad—. Te quiero, pero ahora bájame o te pegaré.
—Está bien, pero esto no se queda así—él se acercó a mi como para darme un beso, pero yo le volteé la cara y me lo dio en la mejilla.
Yo sonreí—Vamos a hacer el trabajo.

Nicole y Rebecca habían llegado. Estaban en la puerta. Así que me acerque a ellas.
—Hola—me dice Nicole—, ¿qué tal?
—Aquí, con Justin haciendo un trabajo.
Rebecca volteó a ver a Nicole—Me dijiste que Justin no iba a estar.
—Lo sé, pero no hubieras querido venir. Vamos a estar arriba y ellos abajo—responde.
—Está bien.
En eso, Justin se aparece detrás mío y me agarra del hombro. Mal momento—Clari, ¿por qué demoras tanto?
El momento queda en silencio, incómodo. Los dos se quedan mirando.
—Hola Rebecca—dice Justin.
—Hola—le dice y luego se dirige a Nicole—, mejor vamos a tu cuarto.

Justin y yo fuimos a la sala de entretenimiento. No era tan grande pero había una computadora. Dos sillones y al centro de ellos un televisor con su parlantes. Justin se sentó en uno de los sillones y yo en el asiento de la computadora.

—¿Exactamente por qué terminaron?
—La verdad es complicado de decir, prefiero no hablar de eso ahora—me dice, es obvio que le sigue gustando—. Hay que hacer el trabajo.

Terminamos rápido el trabajo pero ya era de note. Mi cabeza me dolía de tanta información, mañana íbamos a exponer. No la pasaba nada mal con Justin, era gracioso y atento. Cuando se fue me fui al cuarto de Nicole.

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;)

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