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| "No es fácil quererme" |
—preciosa—me dice como un insulto y sonríe
Luego de eso me dio un beso y nos juntamos con los demás. Pasamos un largo rato ahí. Diversión con amigos era lo que necesitaba.
Nos quedamos un rato más en la piscina, luego los chicos se tuvieron que ir a alistar para la entrevista de radio. Yo me quedé con Carla un rato más, soleandonos un poco. No tenía ganas de ir a la entrevista.
—¿Y qué vamos a hacer hoy?—pregunta Carla
—No sé—la veo, estaba con sus lentes de sol—estamos en Los Ángeles, ¿qué se hace en Los Ángeles?
—Pues, cuando yo me iba de viaje era irme de comprar—dice con una sonrisa—¡Clarissa! Necesitamos un vestido para la fiesta de Justin...Digo, tu necesitas ¡es importante!—ella está más entusiasmada que yo con eso
—Quisiera Carla, pero no tengo el dinero como para comprar un lindo vestido
—No te preocupes, el dinero no es problema...con tal de que te veas linda en el vestido soy feliz, ah y claro que seria prestable
—Obviamente—río y abrazo a Carla
—¡Qué estamos esperando!—Carla me interrumpe de mis pensamientos—tenemos que ir a comprar desde ya si no se nos va a hacer tarde
—tienes razón, vamos—le digo y me paro
Visitamos más de diez tiendas, todos tenían tacos comunes. Hubieron unas oxford que le encantaron a Carla así que se las compró. Justo a su lado hubieron unos tacos marrones que me encantaron, y por suerte estaban de oferta. Carla no dudó en comprarlos. Pasamos a los vestidos, tenían que ir con el vestido. Esta vez yo encontré mi vestido primero, era suelto y de gasa, me encantó. Luego Carla encontró un vestido negro también suelto pero con una correa a la cintura, lindo.
Esto fue lo que compré:
Y esto fue lo que se compró Carla:
Luego pasamos a comer helado, pedí uno de vainilla. Carla pidió de lúcuma, su favorito.
—¿Y qué le piensas regalarle a Justin?
—Pues, no sé—respondo—creo que tendrá muchos regalos que podrían superar al mio
—Pero, ¿ese día también cumplen otro mes?
—Si, supongo que tendremos nuestro momento especial—pienso un poco—es que no que darle
—Los chicos siempre son difíciles, pero lo que he aprendido...es que les gusta la comida
—¿Comida? Cierto, todas las citas que he tenido con Justin el ha comido...supongo que unos cupcakes preparados por mi no estarían tan mal
—¿Cuándo los harías? Porque no nos queda mucho tiempo y ni tenemos cocina
—Tienes razón—digo—pues los compraré, sera un 1 y un 6...forman 16
—Me parece bien
Un silencio se produjo en la conversación, estaba pensando porque Carla sabía tanto de chicos. Luego se me vino a la mente lo que Justin me dijo, eso de que Ryan se iba a morir si se enterara que Carla está aquí, eso que vi con Justin, cuando Carla estaba besando a Jeremy. Decidí ya no más quedarme con la intriga y preguntarle, al fin y al cabo, lo peor que me podría decir era que no.
—¿Tú cómo sabes tanto de chicos?
—Ah, es que—calló por un rato—en Francia solía salir todos los fines de semana con un chico diferente, mi madre suele decir que tengo que aprovechar que estoy joven y conocer mucha gente, por eso también me metió a este intercambio
—Pero, ¿nunca saliste con un chico más de un fin de semana?
—No, es que...soy insegura—dice con un poco de vergüenza—nunca estoy segura si me gusta un chico o no, o siempre me pongo a pensar si a él le gusto
—¿Eso es lo que te pasa con Ryan y Jeremy?—sonrío
—¡Clarissa!—se pone a reír, después retoma su pose seria—pues si. Los dos son muy lindos...
—Pero quieres estar segura con quien se viene algo más serio—interrumpo
—Eso mismo. Veras, Jeremy es dulce y tímido y tiene esos detalles que me encantan, como su mirada...pero hay veces que no se lo que quiere de mi, porque nunca se expresa bien. En cambio Ryan, no sé es más suelto y alocado
—Tienes gustos opuestos—me pongo a reír—¿ahora vas a ver lo que pasa con Ryan?
—De repente
Me daba un poco de risa el pensar como las chicas ven a mis amigos, de una manera como si fueran perfectos. Yo calificaría a Jeremy como alocado y fastidioso, y a Ryan como lindo pero mujeriego.
Recibo una llamada de Justin y contesto.
—¡Princesita!—me dice—¿qué están haciendo?
—Cosas de chicas amor, ¿ quieres venir?
—No, prefiero hacer cosas de chicos—ríe
—¿Cómo que?
—Mejor no te digo, no voy a hacer nada—manda un beso
—Esta bien, ¿y tú que haces?
—Pues, hace un rato terminamos la entrevista en la radio. Todo salió bien, canté una canción...esperaba que me hubieras escuchado
—Aaay, no lo siento—digo—¿qué canción cantaste?
—Never let you go—cuando dice eso una pequeña sonrisa de tonta se me forma—me hace acordar a ti
—A mi también, ¡aay! ya te extraño ¿en serio no quieres venir?—digo
—Si claro, como Carla es tan aburrida—dice sarcásticamente Carla, yo solo sonrío
—Mejor regresamos al hotel y ahí estamos juntos, ¿te parece?—me dice
—Me parece bien, adiós...te quiero mucho
—Yo más preciosa...¡me encantas!
En ese momento cuelgo.
—Que suerte tienes—me dice Carla
—¿Qué?
—Sí, tienes un chico que te quiere y encima es famoso
—Pues, no es tanto así—digo con un poco de pena—si yo no hubiera venido no lo hubiera visto para su cumpleaños, y lo mismo pasó cuando tú no estabas...no lo vi por seis meses
—Prefiero eso a estar sola—responde Carla
—Yo...en verdad no sé lo que quiero
Esa conversación me dejó mucho que pensar, pues, nunca lo hubiera pensado así. Si Justin se va de nuevo, yo no sé que haría. Sería como vivir si estuviera soltera pero en verdad estoy con alguien, que ni siquiera vea...sería algo raro que no me gustaría.
Al llegar al hotel, ahí estaba. Justin me estaba esperando en la puerta con Ryan y Cole con unas hermosas flores.
—¿Y esas flores?—le doy un pequeño beso
—Para una persona muy especial—me las da—la chica de mis sueños
—Gracias—le digo
Luego de poner las flores en un lugar lindo de la habitación y conversar horas de horas con Carla decidimos ponernos nuestras pijamas y dormir. Me acosté en mi cama. Prendí el televisor un rato, moría de sueño pero no podía dormir. Unas cuantas movidas de sitio y nada. Hasta llegué a ponerme de cabeza en la cama y nada.
Decidí salir de mi habitación, a ver lo que había en el hotel por la noche en la azotea. Volteo, a ver la puerta de la habitación de los chicos. Justin estaba sentado con sus piernas pegados al su pecho, en su mano tenía su celular y lo estaba viendo con miedo.
—¿Justin?—pregunto
—Clarissa—responde
—¿No puedes dormir?
—No—dice y luego calla por un momento—Tengo miedo
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-Gabs
