4 de marzo de 2012

Cap 29° "Llamadas telefónicas"

"Abrázame"
—¿Vamos a la piscina?—contesta.

—Claro—ella me mira—, ¿está bien Clarissa?

—No sabía que tenían piscina—respondo—, ni siquiera tengo ropa de baño.
—Entonces olvídenlo—dijo Matías que fue corriendo donde estábamos nosotros.
—No se preocupen, veremos una película—dijo Luana.

En eso, me llamó Nicole. Ella ya estaba en casa y la había llamado por teléfono papá y él no sabía que había salido. Así que tuve que volver a casa lo más rápido posible. Matías se ofreció a acompañarme no me negué pero me hubiera gustado ir sola, solo eran cinco o diez minutos.

—Puedo ir sola Mati, quédate en tu casa—le digo
—No está bien, me gusta caminar—responde—. ¿Hace cuanto conoces a Justin Bieber?
—Desde que llegué aquí, hace unos meses—digo sonriendo
—¿Son esa clase de mejores amigos?
—¿Cuáles?
—Ya sabes. Lo que se gustan, tienen química pero nunca dicen nada.
Solté una risa—Justin no es mi mejor amigo, aunque fácil podría hacerlo. Mi mejor amigo es un idiota.
Él volteó a mirarme—¿Ah?
—Le gusto y se acercó a mi por eso. Luego hizo una tontería, pero ya se me pasará.
—Veo que te molestas con todo el mundo—dice
—Cállate—lo empujo—, ¿o quieres que me moleste contigo?
—Está bien.
—Y tú, cuéntame algo tuyo.
Él la pensó un poco, respiró y dijo—Me gusta tocar la guitarra.

Al llegar a mi casa Nicole estaba en la puerta esperando que yo llegue. Estaba asustada por si papá llegaba antes, yo no lo estaba. Ella había salido con Ryan diez minutos antes, ellos paraban de un lado para otro juntos. No me molestaba, pero había hecho que ella este en lo suyo y yo en lo mío.

—Llegaste rápido—me dice
—Sí, estaba en la casa de los vecinos de Justin del bosque.
Ella abre los ojos como plato—¿Qué? ¡Te pudo pasar algo! No los conoces.
—Pero no me paso—respondí—. ¿Sabes que Justin se va de gira por todo el país y que hoy es su último día aquí?
Ella ya no podía abrir más los ojos—¿Qué? No, ¿Ryan lo sabe? 
Volteé los ojos. Siempre tenía que mencionar a Ryan—Debería, es su mejor amigo ¿no?
—Espera, lo voy a llamar.

Mi hermana sacó su celular y yo solo esperé.
—Ryan, ¿por qué no me dijiste? ¿Estas ahí con él? Ryan, también es mi amigo. Ah, solo dos meses. Igual, creo que haré eso. Sí. Sí—dijo y se rió—. Te quiero. ¡Dime que tú también! Ya. Ya, chau—con eso colgó.
—¿Y?
—Ryan si sabía, pero voy a llamar a Justin y listo.
—Está bien.

Mientras que ella marcaba, unas llaves en la puerta se abrieron. Era mi papá, así que Nicole se fue rápido a su cuarto y yo le abrí.

—Hola, recién son las seis de la tarde. ¿No deberías trabajar duro?
—Si lo hice Clarissa, y llegué temprano porque me dieron el día libre. Pensaba que te alegraría—me responde.
—No, está bien.

De la nada, Nicole baja rapidísimo las escaleras.
—¡Ah!—grita feliz—Hola papá. Clari, Justin dice que lo llames dentro de un rato—su sonrisa no paraba.
—Ugh, me voy—dice mi papá.
—Llámalo ahorita. Ya pasó el rato.
—¿Por qué estas así?—le dijo y me burlo de ella.
—Solo llámalo Clarissa.

Ella marcó un número en su teléfono, puso en altavoz y me lo dio.
—Habla con él.
—¿Hola?—dijo Justin por la línea.
—Hola Justin—respondí—, soy Clarissa. ¿Querías hablar conmigo?
—¡Clari! Sí, si—hizo una pequeña pausa, escuchaba su respiración—. Sal hoy por la noche, como una cita. Tu y yo. ¿Qué dices?

Nicole me hizo una seña de sí, supongo que ella estaba feliz porque iba a salir con el mejor amigo de su enamorado.

—Me parece bien—dije.
—Perfecto, paso por ti a las siete. ¿Está bien?
—Sí, si está bien.

Me estaba pasando a mí. El sueño de miles de chicas, a mí. Justin Bieber me invitó a salir. Más emocionada no podría estar. Sólo tenia que encontrar el look perfecto. Yo no tenía ropa como para salir con un chico, no la necesitaba mucho. Pero Nicole, sí. Así que fui a su cuarto y le pedí ayuda, ella con gusto aceptó.

—¿Este polo?—era celeste y pequeño—¿Estaría bien?
—Ese polo me lo puse en mi segunda cita con Ryan.
—Ugh—dije—, ¿qué tal este vestido?—era rosado pero tenía una pequeña mancha—Está manchado pero normal.
Nicole soltó una risa—Esa mancha la hizo Ryan.
Volteé los ojos—¿Este polo?—digo de nuevo, ese era azul oscuro.
—Me encanta, lo usé cuando Ryan se molestó conmigo y casi terminamos. No lo he vuelto a usar.
—¿Acaso todo es Ryan aquí?—dije un poco fastidiada.
—Hey, ya Clarissa. ¿Tienes celos de hermana pequeña? Que tierna.


2 comentarios:

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