![]() |
"Tú" |
Cuando llegamos, la puerta estaba abierta. Cuando entramos me
dieron una gran sorpresa. Pero, no la entendía mucho.
Estaban
todos en la sala, y me refiero a Luana, Renato, Nicolás y to
cada uno. Luana llevaba una pandereta y un micrófono, Renato la batería que
supongo que es la de que me habló, Nicolás un bajo, y Matías llevaba una
guitarra y un micrófono.
Solté unas pequeñas
risas, se los veía graciosos con cada instrumento—¿Qué están haciendo?—dije en voz alta.
—Sólo escucha—me respondió Matías.
Renato
empezó tocando la batería y los demás los siguieron. Parecía una banda de garaje
en sí, solo que en una sala. La melodía la conocía. You Belong with me de
Taylor Swift. Solo que Matías era la voz principal y por lo tanto era una
versión varonil de la canción.
Fin de su
narración.
Narra Matías:
Todo el tema de la canción la preparé para que Clarissa se de cuenta que soy mejor que Justin Bieber. Quizas no mejor que él cantando o componiendo, pero con el mejor corazón.
Al terminarla canción, mi garganta me dolía peri valía la grandiosa sonrisa de Clarissa.
—Sigo sin entender nada—dijo riendo
—¿En serio? Esta canción la modifiqué y canté para ti, ellos me ayudaron.
—¿Para mí?—ella reflexionó, pero no la veía sorprendida.
Volteé a ver a Renato, en si expresión decía que quería asecinarla. Mientras que Clarissa se iba acercando hacia mí.
—Quieres que sea la vocalista, dame tu micrófono. ¡Empecemos!
A los chicos no les quedó de otra que seguir. Me habían dicho que ella cantaba bien pero era todo lo contrario. No llegaba a las notas altas pero si a las regulares.
—¿Tú crees que a Justin guste?-me preguntó.
—No—susurró Renato y se rio.
—¿Qué tiene que ver Justin aquí?—dije un poco fastidiado.
—Si, que si le gustaría que yo cante con ustedes.
Me quedé callado, había quedado con Justin que no sería una competencia pero me sentía en una.
—Te seré sincero—dijo Renato al ver que no respondía—, con un poco de práctica tu voz mejorará.
•••
Pasaron tres semanas desde el día que se formó la banda, si así se puede llamar. Nos gustaba tocar juntos, entretenía. Y de vez en cuando estaba Nicole o Rebecca para escucharnos.
La voz de Clarissa con el tiempo mejora, parece que tiene un talento muy en lo profundo bien guardado. Desde ese día no he podido explicarle lo que en verdad quería decir.
Fin de su narración.
Narra Clarissa:
Exactamente un día para que Justin regrese a Atlanta. La barriga se me revuelve cuando me pongo a pensar en eso. Lo he visto en fotos y lo vo cambiado, me atrae más. Lo único que espero es que no haya cambiado en personalidad.
Quién lo diría, treinta y uno de diciembre, sola en mi casa viendo películas como una solterona. Sí, sola en mi casa porque Nicole regresó con Ryan (después de todas las estupideces que le dijo, no la entiendo).
Una llamada de Matías interrumpió la pelea de los protagonistas de la película que estaban viendo, de inmediato puse pausa.
—Hola—digo amable, mi etapa de evasión ya me pasó desde lo de la banda.
—Clarissa, tengo que decirte algo, no sé si sonará mal o bien—me dice nervioso.
—Puedes decirme cualquier cosa, nosotros somos...
—Me gustas—me interrumpe.
Al escuchar esas dos palabras mi garganta se seca y tengo que pasar varias veces saliva. Luego de unos segundos, recupero la seguridad. Nunca me lo esperé de Matías. Ya, que va a ser. Lo sospechaba un poco.
—No, te estas equivocando—dije entre risas—. Es porque nos vemos muy seguido, el colegio, la banda, vas a mi casa...
—Clarissa, he intentado que no pero esos ojos con los que me miras no ayudan.
Cerré mis ojos y los apreté—A mi me gusta Justin, Matías. Y va a volver mañana, si lo hubieras dicho hace dos meses lo hubiera considerado.
Él se quedó callado por un momento.
—Lo sé. Y yo lo único que quiero hacerte es feliz, no importa como—dijo esta vez seguro.
No pude evitar sonrojarme—Tienes un muy buen corazón Matías.
—Solo quiero que hoy salgas conmigo.
—No podría, sería incómodo y no creo que a Justin le guste.
—Justin no es tu novio Clarissa—me dijo. Ugh, cierto pero duele.
—Y tú no tienes porqué insistir tanto.
—Cuando se trata de esto, no acepto un no.
—Ugh, chau Matías. Llamame cuando no estés arrogante.
Puse reproducir de nuevo en la película que estaba viendo. Terminó en que la pareja se arregló y se dieron un gran beso. Típico.
Ya iba empezando mi tercera película, es temprano, las doce del día. Cuando escucho unos golpes en la puerta. Bajo, obvio que es Nicole, la monga cuando sale con Ryan se olvida de todo.
Al abrir la puerta me doy con la sorpresa que no era ella. Sonó una linda melodía, que hace algún tiempo me hizo llorar. You are beautiful de Jason Marz. Fue cosa de veinte segundos y paró de tocar la guitarra.
—Hola—dice nervioso.
—¿Qué haces aquí?
—Ya acepté que por ahora no te gusto ni nada de eso, pero solo voy a estar aliviado si aceptas salir conmigo—dice, notaba una sonrisa triste en el fondo.
—Como amigos, nada más—respondí.
—Sí, normal.
—¿En dónde?
—En el restaurante que sirven carnes deliciosas "The cow" a las cinco.
—¡Matías! Ese restaurante es caro, me niego ir ahí contigo.
—Ya pues Clarissa—se acomodó la guitarra para otro lado, pesaba—, eso ya lo tengo cubierto.
Me quedé callada por un rato—Está bien.
—Bien—dice Matías—, nos vemos a las cinco.
Al subir a mi cuarto me quedé pensando en el rostro de Matías cuando acepté, supuse que tenía que ponerse feliz pero en vez de eso su sonrisa era falsa. Si le ha pasado algo malo, se lo preguntaré en la cita.
Horas después llegó Nicole con una sonrisa enorme a mi cuarto.
—¿Pasó algo interesante cuando me fui?
—Matías me invitó a comer.
—¿Hoy? En víspera de año nuevo—ella soltó unas carcajadas.
—En una hora.
—¿En serio no te pasa nada con él?
—Ya ni sé, es demasiado insistente.
—Vete alistando, conociéndote, una hora será suficiente. Y vístete bien porque después nos iremos a una fiesta de fin de año.
—¿Ah? ¿Y papá y Michelle?
—Tranquila, que es una fiesta chica entre los del colegio. Hablé con papá y dice que normal, ellos se van a ir a comer.
—Lo tienes todo calculado—de digo en broma.
Después de media hora de buscar entre mi ropa, escogí esto:
Ni tan formal, ni tan simple. Solté mi cabello que había estado atado con una liga, lo cepillé y dejé que pequeñas ondas bajen al final. Luego me ricé las pestañas y me puse un poco de rímel arriba y abajo, mis ojos resaltaban más y me hacía sentir culpable con lo que Matías dijo, por eso no me puse delineador.
The cow estaba a unos diez minutos caminando, al llegar dije mi nombre y pude entrar. Busqué a Matías pero no estaba. Había llegado a las cinco y diecisiete y él siempre era puntual. Estuve parada como cuatro minutos como tonta esperando a ver por lo menos una cara conocida.
De pronto sentí que alguien me tocó el hombro, volteé desprevenida. Quedé con la boca abierta, no era Matías. Él estaba sonriendo y yo seguía en estado de shock. Estaba más perfecto aún que cuando lo recordaba, llevaba puesto una casaca de cuero negra, polo blanco y un jean oscuro, si que le acentuaba ese traje.
Sin faltar algo en su mano derecha tenía una rosa roja y la subió a la altura de mi rostro.
—Creo que me olvidé de darte esto en el concierto—dice Justin gracioso.
--------------------------------------------------------------------------------------------