Cap 25° "Yo no soy tu novio"

"Solo somos unos niños enamorados"

Narra Clarissa:

Llegué a la casa y en cuanto se fue Justin, las chicas empezaron a bombardearme con preguntas. Les conté y les canté lo que me acordaba de la canción. Todas se quedaron impresionadas y luego me llamaron la atención por haber rechazado su beso. En ese momento me di cuenta del grave error que había cometido. Pero, como para arreglarlo ellas me dieron una solución. Acercarme a él, hablarle y buscarlo como para que él sí note que estoy interesada. Inteligente, muy inteligente.

El último día que íbamos a pasar allí, todos nos encargamos de ordenar nuestras maletas. Yo fui la primera en terminar, no había sacado tanta ropa en el viaje. Así que me puse a ver televisión. Al rato, pasa Justin con unos cuantos polos en su mano y supuse que todavía no terminaba.

—¡Justin! —dije para llamar su atención.

—¿Qué pasa Clarissa?—dijo, auch.

—¿Cuánto te falta para que termines? —insistí.

—No sé—él fue a su cuarto apurado y luego regresó—, mucho.

—¿Quieres que te ayude? —dije con una gran sonrisa.

—No gracias—siguió diciendo palabras cortas, ¿qué carajos le pasa?

—Bueno.

No insistí más, no para que me siga ignorando así. Pasé unos minutos más viendo televisión, ni tanto porque no para de pensar por qué Justin me habló con solo un: "no sé", "no", "mucho" y "gracias". Él me gusta demasiado y aunque sean cosas insignificantes como esas me afectan, ósea ni siquiera hay un si en sus respuestas. 

Rebecca me salvó de estar pesando en Justin cuando se sentó a mi costado, también había terminado. Nos fuimos a la cocina quince minutos para preparar y comer algo.

Salimos de nuevo a la sala y todos ya estaban ahí. Mi hermana y Ryan se habían sentado en un mismo sillón, estaban demasiado cariñosos y se veían lindos juntos. En otro sillón Steph y Jeremy, ellos eran demasiado juguetones tanto él con ella, como ella a él. Para terminar los dos solterones, Justin y Cole, estaban jugando Play en la televisión. Así que fuimos con ellos.

—Y, ¿qué hacen? —pregunté cómo estúpida.

—¿No es obvio?- —me respondió Cole.

Me reí de vergüenza—Cállate—miré a Justin—, ¿y quién va ganando?

—Él—respondió Cole de nuevo.

Justin no me miraba aunque lo mirara, solo miraba a la pantalla como si yo no estuviera aquí.

—Rebecca, ¿vamos a otro lado?

—Sí, esto está aburrido.

Me paré y nos fuimos al extremo del mismo sillón, ya me estaba fastidiando que Justin esté así.

—¿Sabes por qué Justin me evita?

—¿Ah?—me dice extrañada.

—¡Justin! Hoy día se ha comportado raro—dije.

Supuestamente era su mejor amiga, algo tenía que saber.

—No he hablado con el hoy.

—Bueno—dije un poco frustrada.

—Pero, ¿no que tú y Justin ya estaban juntos?

Se nota que ella si estaba perdida en el tiempo.

—No, todavía no—solté una sonrisa falsa.

Ella soltó una carcajada—Ósea, que tu noviecito Justin ¿no se atreve a decirte si quieren algo serio?

—Exacto. Mi novio Justin, no se decide—dije con una voz sarcástica.

Rebecca me miró extraño.

—¿Qué pasa?

—Debiste susurrar, no gritarlo Clari—me dijo

Uy. Era tan incómodo. Justin había escuchado que yo había dicho que él es mi novio. ¿En qué estaba pensando?

—Sí escuché. Y no soy tu novio, Clarissa—dijo Justin, ¡por fin me dirigió la palabra! Claro, no era lo que esperaba.

—Ya, me equivoqué. Lo siento—le dije.

—Sé que no lo sientes. —me dijo.

¿Qué? No, que se pudra o que cambie ya. Está bien, no. Pero quería tirarle un puñete. Solo me equivoco en una cosa muy simple.

—Justin, ¿podemos hablar cara a cara? Como personas civilizadas.

—Está bien, pero solo un rato—respondió.

Fin de su narración.

Narra Justin:

Era tan difícil hacerme el difícil con ella, pero mis amigos me habían dicho que lo haga y confió en ellos. Estoy frustrado ni le podía decir un lo siento por lo que decía porque tenía que contra decirla. Ugh. Ya quería parar e intentarlo a mi manera.

Fuimos al patio trasero.

—¿Qué pasa?—le dije sintiendo un dolor horrible en el pecho.

—No es para tanto, Justin—respondió.

—Lo sé, pero me has dejado mal con todos mis amigos.

—Ah, perdón—dijo ella, de una forma demasiado sarcástica. Yo no soy la que ilusiona a las personas y luego las bota.

—¿Quién hace eso?

—¡Tú! —vi su rostro todo arrugado y enojado—Te olvidas que ayer dijiste que me quieres y que te gusto.

—¿Yo? ¡Pensé que tú eras la que dijo que no! —dije, ahora sí creo que lo arruiné por completo.

—Piensas mal—dijo.

Me quedé impactado. Ósea, a ella si le gusto. Pero las cosas no encajaban bien, ¿por qué no quise que la bese? Quizas Jeremy tenga razón y tengo mal aliento.

—¿Te vas a quedar ahí? ¿O quieres que me vaya?—dijo, molesta.

Moví mi cabeza—Lo siento, Clari—reaccioné.

—¿Es en serio? ¿Ahora? —me dice sin expresión alguna.

—Sí, demasiado. En serio.

—Ya no sé si creerte, si son una más de tus mentiras para que me ilusiones de nuevo o la verdad.

Tenía ganas de gritar. ¿Cómo es posible que ella ahora esté molesta conmigo? Las cosas se fueron de control y estaba realmente desesperado.

—¿Y si te lo demuestro? —me acerqué a ella

—¿Cómo?—ella puso su brazo estirado en mi hombro y así impidió que me acercara más. Ok, estoy pensando seriamente en lavarme los dientes.

—Vamos Clarissa, en el fondo sabes que no me odias—le digo y quito su brazo para poder quedar a unos pocos centímetros.

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