Cap 21° "A veces no se lo que digo"

"Esos momentos especiales contigo, son lo mejor que tengo"

—Eres muy linda, ¿sabes?—dijo de repente Bruno.

Me sonrojé—Gracias.

—Y, ¿cuánto tiempo se van a quedar aquí? —preguntó Luana.

—Hasta el viernes, ¿ustedes?

—Hasta el domingo—me respondió Matías.

Yo asentí. A lo lejos, escuché la voz de Cole gritar mi nombre. Supongo que estarán preocupados, si claro, después que no les importó llevarme con unos desconocidos.

—Mis amigos me están llamando—dije.

—Entonces, nos vemos después—dijo Matías con una linda sonrisa.

—Supongo que sí—les dije—, mañana voy a ver si conocen a todos los que están allá.

—Como quieras Clarissa. Adiós—me dijo Bruno despidiéndose con un beso en la mejilla.

—Chau—les dije a cada uno con su respectivo beso en la mejilla.

Volví a la casa de Justin, todos me miraban raro.

—¿Por qué me miran así? —dije

—Te quedaste más de lo debido con los nuevos—reclamó Justin, aun viendo a Matías, él me provocando cosas en el estómago cada vez que me habla.

—Me dijeron para sentarme y dije que sí.

—¿Y nos dices como se llaman tus amiguitos? —preguntó Nicole.

—Se llaman Bruno, Matías, Renato y Luana—respondí—. Son buena gente y se quedan hasta el domingo.

—¿Podemos hablar de otra cosa? —dijo Cole.

-—Claro, ¿mañana a la isla? —dijo Ryan.

—Sí, que churro eres—dijo Nicole con una gran sonrisa.

—Ay, la gente enamorada—dijo Jeremy con un tonito de fastidio y mirando a Steph.

—Aquí hay más de una pareja. Hay dos—dije.

—Más de dos, dirás—me corrigió Steph.

—¿Qué hora es?—pregunté

Justin miró su reloj—Las diez.

—Voy por algo de tomar—dije.

—Te acompaño—me dijo Cole al instante.

Al llegar a la cocina, él me preguntó por si me habían gustado unos de los chicos de la casa del costado. Le dije que todos me parecían lindos, para molestarlo. Nunca puedo entender a Cole,  siempre está pendiente de quien me gusta o me parece lindo. Supondré que es protector conmigo porque me quiere, es lo único que me queda.

Terminé de tomar agua y volvimos con los demás. Steph se estaba levantando de la mesa para irse a dormir, yo estaba cansada así que me fui con ella al cuarto. Después de un rato, sentí que llegaron Rebecca y Nicole.

Supongo que después de un par de horas, me desperté y no podía volver dormir. Me daba vueltas y vueltas en la cama y no lo conseguía. Y como para mi salvación, me llega un mensaje.

Despierta? No puedo dormir S.O.S

Justin.

Le respondí:

Estamos en las mismas.

Clarissa.

Después de un rato me vino otro:

Quieres ver el amanecer conmigo?

Le respondí de nuevo:

En un rato salgo.

Después de escribir ese último mensaje, me salí lentamente de mi cama para no hacer ruido y despertar a las otras. Agarré mi chaqueta, era verano pero como era madrugada supongo que iba a tener frio. Luego de eso abrí la puerta con cuidado y logré salir.

Cuando abrí la mampara, ahí estaba él. Estaba sentado en la mesa viendo el lago, me quede mirándolo como una estúpida al borde de la mampara. De la nada, siento que el voltea y hago como que si recién hubiera llegado y me siento a su costado.

—¿Tanto te demoras?

—Lo siento, estaba horrible—inventé cualquier excusa

—Por lo menos viniste.

—Todavía no va a aparecer el sol—dije mirando el cielo.

—Falta media hora—me dijo igual mirando al cielo.

—¿Y qué hacemos entonces? —pregunté

—Cuéntame tu vidañ

—¿Mi vida? —pregunté—¿para que quieres saber?

—Porque me importas—que lindas palabras, solo para que le cuente.

—Cuando tenía siete años, mi mamá tuvo que viajar a Europa por su trabajo. Yo estaba en ese momento molesta con ella, ya ni me acuerdo porqué. Se supone que ella regresaría en dos días, pero pasaron tres, cuatro días, dos semanas y asumí—suspiré—que ella nunca volvería.

No sé porque lo dije, simplemente paso, creó. Sentí que era como "el" momento para decirle a alguien como me sentía, ese momento especial.

—Ya te dije que sí está aquí—me dijo y me abrazo.

—Lo sé. Tú cuéntame lo más divertido que has hecho algún día—ya no quería hablar de eso.

—Qué cosa divertida no abre hecho.

—Dime cualquier tontería—le dije mientras me paraba.

—Cuando era pequeño, pensaba que había un pequeño moustrito amigable en mi habitación y en las noches no paraba de decir que salga para que pueda jugar con él—me dijo, mientras tanto yo me senté a la orilla del lago

—Que chiquito tan ingenuo—dije.

—De chiquito seguía siendo atractivo—me dijo—, ¿que se supone que estás haciendo?

—Mojándome los pies en el lago—respondí.

Él se paró y fue donde yo estaba—Este lago es como una piscina, pero tiene niveles. Estamos en el más bajo, si avanzamos vamos a tener más profundidad.

—¿Y a mí que me importa eso? —pregunté cómo estúpida.

—Ven—me dijo mientras que me agarro la mano para que me parara—, vamos avanzando.

El agua me llego a la cadera, estábamos un poco alejados de la orilla.

—Hata aquí—dije, el piso era un poco incómodo. Por suerte seguía con la ropa de baño.

—No, vamos. Ven—me jaló.

Cuando me jaló, el tonto hizo que me caiga y me moje hasta el cabello.

—¡Justin!—le tire un poco de agua y luego lo jale para abajo y me paré.

—¡¿Por qué?! Si te empuje de casualidad.

—Ugh, mojaste mi cabello con agua de lago. Eso es fatal para mí, sin excusas.

—Imagínate yo, Clarissa. Miles de chicas mueren por mi cabello y lo mojas. Que tal consideración.

—Ay, perdón—le dije media ofendida—.  No sabía que eso te importara.

—Ya, no te pongas así. Solo bromeaba—me dice, muy tarde.

—No, ya tengo sueño—me hizo sentir menos, eso no lo permito.

—No te molestes Clari—me dijo antes que me volteara—, ¿qué hago para que ya no estés así?

—¿Me cargas hasta allá? —estaba cansada, tenía que aprovechar la pregunta.

—Acércate—me cargó. (¡Cómo en la foto principal!)

Ya estábamos como a la mitad del camino, era rápido.

—Oye—me dijo.

—¿Qué? —respondí seca.

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:)