13 de diciembre de 2011

Cap 2° "No te reconozco"

Después de recoger nuestras maletas, subimos al taxi. En el camino me entretuve en ver la ciudad, no estaba tan mal como pensaba pero igual no era lo mismo como Texas. Al llegar a lo que yo supongo que es la casa de Michele, no supe que decir.

—¿Por esto dejamos Texas?digo sorprendida—Es más chiquita.
Más chiquita. Fea fachada, bueno, pasable. 
—No es tan chica, solo son 30 metros cuadrados de diferencia, es poco—responde mi papá, un poco angustiado
—Aparte, decoré tu cuarto. Sé que tu color favorito es el rosado, entonces pensé que seria lindo pintarlo de ese color.
—Quiero verla—digo.

Después de hacer unos cuantos berrinches gracias a que la sala no era tan grande, seguimos por el tour a la casa de Michele, ahora nuestra casa, como dice mi papá. A Nicole le encantó su cuarto, su color favorito es celeste y creo que hubo amor a primera vista. Al ver su cuarto, estaba desesperada por ver el mío. Fui con mi papá, ya que Nicole se quedo con Michele, ahora "Mitchi" como apodo, arreglando sus maletas.


Mi cuarto vino a ser así, nada mal, nada excelente:





















—Ni me fascina, pero está bien—digo seguido de tirarme a mi nueva cama.
—¿Sólo eso vas a decir?—pregunta mi padre—Como un gracias.
—No, no tengo nada que agradecer, pero esta...bonito
—Cuando regrese mi hija, la dulce niña; me avisas—dice mi padre con énfasis en el mi que se va de la habitación molesto.
—No va a regresar—digo para mi misma, aunque ruego mil vez que sí.

Después de ordenar algunas de mis cosas, llegó la hora de la cena. Fui la última en llegar a la mesa, lo que me molestó un poco porque no me avisaron. Finalmente terminé en una discusión con mi padre, una de las peores que he tenido en mi vida. Él dijo que yo estaba simplemente odiosa y que tengo que ser más agradecida con Michele. Yo no soporte que me diga eso y comencé a gritar y sí, llorar. No me soporto. Como producto de eso me fui corriendo de la casa, deseando mil veces no volver.

—¡Hey! Más cuidado—me grita alguien al chocarme contra él, mis lágrimas habían segado un poco mi vista.
—Lo siento—digo, sarcástica.
—Bueno,—me mira, y su cara cambia por completo. Una sensación de que me estaba viendo como alguien vulnerable—Yo lo siento. Pero, por qué estas así.
—No te importa, ¿quién eres?—le digo de manera de desprecio.

Ok, quizás yo sea la loca. Irme de la casa, a caminar en una ciudad que ni siquiera conozco. Responderle a un extraño y preguntarle quién es. Buen comienzo Clarissa, sigue así y te irá bien. 

—Soy un chico, y quiero ayudarte.

Uy, no me había dado cuenta. Es un chico. Pienso sarcástica. Castaño, ojos marrones. Alto y de espalda un poco ancha. Nada mal, espero que los chicos aquí sean mejores que él.

—Bueno "chico", no creo que te interese mi vida.
—Tú no eres de aquí, ¿cierto?—me dice—Se nota en tu desconfianza y, nunca te he visto por la zona.
En verdad no veo malas intenciones en este chico y después de todo, quiero contarle a alguien lo que me pasó—Esta bien, llévame a comer algo.
 —Como tú digas, ¿te gusta McDonalds?
—Me encanta—le sonrío, por primera vez a alguien en Atlanta.

En Mc Donalds, pedí lo que quería. Mi nuevo amigo me dijo que me iba a pagar todo.
—Bueno, chicas lindas y con problemas como tú no hay muchas. Así que cuéntame—me dice
—En resumen, hace dos días vivía en Texas pero por cuestiones familiares tuve que venir aquí, y bueno, odio este lugar, mi nueva casa, cuarto, nueva "mamá".
—Pero, aún no conoces nada. Quizás estás mal—me dice, lo cual me molesta.
—¿Tú también vas a empezar? Esta vida no es tuya, así que no te metas tanto—le digo furiosa.
—Tranquila—dice el chico y a continuación ríe—te tomas las cosas muy a pecho, cálmate.
—No puedo calmarme, tú no sabes todo lo que me ha pasado hoy, ¡no sabes nada!
—Pero trato, pero tú...Yo solo di mi opinión.
—Tú opinión no me importa, eres solo un desconocido que me pago la comida—le digo, tal vez me pase de desagradecida—Solo necesito que me escuches, nada más.
—Bueno, tal vez no te guste lo que voy a decir. Pero sabes qué creo. Creo que tú estas así de rebelde porque es una manera de revelarte con la gente para que tu vida de antes sea la misma—me dice, desafiándome—te digo algo, NO VA A PASAR.

Este que se cree. Recién me conoce. Bueno, yo también recién lo conozco y le estoy gritando. Ya que. Tengo que hacerme respetar. Pongo mi cara más furiosa, me paro y le tiro el vaso de plástico con gaseosa en la cara. Bien merecido. 

—Creo que te que dado mucha confianza y ya es tarde
Él se limpia los ojos y dice—¡Mujeres! Bipolares. Pero en verdad, cuídate.

Me fui sin decirle nada. No tenía ganas de responder y menos de regresarme con él. En verdad espero no encontrarme con él de nuevo, tendría un poco de vergüenza por todo lo que dije. Me impresiona que no se haya vuelto loco. Ese cuídate me revolvió el estómago por unos segundos, que amable.

La semana siguiente entraría a clases. Me adelantaron de año en casi todos los cursos salvo en Inglés, Física e Historia. A mi padre le pareció buena idea de que Michele nos lleve, a mi hermana y a mi, a conocer a los hijos de sus amigas que algunos estudian en el mismo colegio. No me rehusé, pero igual decidí que llegaríamos un poco, para no decir muy, tarde de lo que me habían dicho.



Llevaba puesto algo así, sin los lentes, no es necesario para mí.

Al final, las cosas no salieron como yo quería que salgan. Michele me había dicho que el almuerzo empezaba una hora antes de lo acordado, porque sabía que yo me iba a demorar. Frustrante. Resulta que ella y Nicole se habían vuelto algo cercanas, me decepcioné de ella.

Llegamos a la casa, la que quedaba de hecho a dos casas de la de Michele. Al entrar a ella, Michele se fue con sus amigas y nos quedamos solas. Nicole decidió socializar y acercarse al grupo de chicos que estaba un poco más adentro. Yo la seguí. Eran dos chicos y una chica, parecían amigables a simple vista.

—Hola, soy Nicole—dice sonriente—Somos de Texas, ¿ustedes?
—Hola, soy Cole. Cole Porter.—dijo hablándole a Nicole, pero por alguna razón no dejaba de mirarme—. Ellos son Rebecca y Jeremy Taming.
—¡Hola!—dijeron los hermanos en unísono
Yo no quería hablar con ninguna de ellos así que me alejé. Pero en un instante ese tal Cole me siguió.
—Hola, soy Cole—repitió
—Lo sé—le digo, no tan amigable—. Yo soy Clarissa.
—Clarissa, que lindo—me dice—. Por fin conozco tu nombre, no puedo creer que la vez pasada no me hayas dicho tu nombre.
—¿De qué hablas?
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 Intriga buajaja
Espero que les haya gustado el capi :) comenten porfa! Y no se preocupen, que prontito va a aparecer Justin
-Gabs ;)

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